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55 Bicicletas eléctricas, patinetes, nuevas modalidades de sharing o los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP), junto con los nuevos servicios de transporte compartido, están conquistando las calles y el corazón de los usuarios. Una serie de alternativas a la movilidad tradicional que viene provocada por las restricciones impuestas en algunas ciudades a la entrada de los vehículos más contaminantes, junto con la implantación de medidas que dan más protagonismo a los peatones. De ahí que desplazarse por la almendra central de las grandes ciudades esté siendo cada vez más complicado. Por ello, en los últimos años, la evolución de la movilidad en las ciudades ha ido creciendo exponencialmente y los entornos urbanos se han llenado de los llamados VMP (Vehículos de Movilidad Personal), es decir, todo vehículo de una o más ruedas, con capacidad para una sola persona, propulsado exclusivamente por un motor eléctrico y que permite una velocidad de entre 6 y 25km/h. Un cambio en la movilidad que ha traído consigo el auge de los patinetes eléctricos y los VTC. Tanto es así que, según el estudio realizado por Bolt, una plataforma de movilidad que opera en nuestro país, sobre cuáles fueron las tendencias de movilidad y los medios de transporte favoritos de los españoles en 2023, destaca que España se sitúa entre los países europeos donde más se han incrementado los viajes en patinete eléctrico. Siendo Zaragoza, Oviedo y Málaga las ciudades donde más ha crecido el uso de este tipo de movilidad personal. El estudio también refleja un claro cambio de tendencia en cuanto a la movilidad de los ciudadanos, que trae consigo un menor uso del vehículo privado en las grandes ciudades a consecuencia de las restricciones impuestas a los vehículos más antiguos, y una mayor concienciación por parte de la población. Así, por lo que respecta al uso de los VTC y del taxi, en línea con los resultados obtenidos en el resto de los países europeos donde opera Bolt, España muestra un pico en la demanda de VTC y taxi los fines de semana del 21% con respecto a 2022, sobre todo los sábados, lo que indica la preferencia de los usuarios por recurrir a este tipo de vehículos para sus momentos de ocio. Otra modalidad de desplazamiento por las ciudades es el denominado bike sharing, mediante el cual el usuario puede alquilar una bicicleta eléctrica de pedales, durante el tiempo que necesite, y dejarla estacionada en los lugares ubicados para ello, para que, posteriormente, pueda ser usada por otros usuarios. Se trata de un tipo de servicio pensado para satisfacer las necesidades de movilidad en un momento puntual, poco frecuente o de carácter ocasional. Esta modalidad ha ido creciendo en numerosas ciudades de todo el territorio español, en ocasiones gestionado por las administraciones públicas y, otras muchas, por empresas del ámbito privado. Unos servicios de alquiler de bicicletas que han comenzado a inundar las aceras de las urbes españolas, gracias a la comodidad que proporcionan, la facilidad de uso y el hecho de ser una solución flexible, asequible, no contaminante, respetuosa con el medioambiente y eficiente. Para todos los gustos Las bicicletas eléctricas de uso compartido y los patinetes eléctricos han sido la gran revolución en la movilidad urbana. Primero, por el tipo de vehículo, que permite una gran versatilidad y capacidad de ahorro, además de que con ellos el usuario no sufre problemas de aparcamiento y le permiten llegar a cualquier parte con rapidez y comodidad. Aparte de que este nuevo modelo de movernos por las ciudades, más práctico y sostenible, ha aportado una mayor autonomía al usuario, que puede desplazarse de una manera cómoda y sencilla siempre que lo necesite. Un amplio abanico de opciones cuya regulación ha ido cambiando a medida que ha ido evolucionando el mercado. Fundamentalmente en ciudades como Madrid y Barcelona, que encabezan el cambio de paradigma aupando a la bicicleta y al patinete eléctrico como los dos medios de transporte más utilizados y preferidos por los ciudadanos. No es de extrañar, por lo tanto, que nuestro país lidere el ranking de la micromovilidad en Europa, según el estudio realizado por Tier Mobility, compañía especializada en servicios de micromovilidad. En este sentido, un 30% de los españoles utiliza vehículos de micromovilidad en los desplazamientos urbanos, frente al 28% de los italianos o el 25% de los vecinos franceses, siendo España el segundo país europeo donde mejor acogida tienen los patinetes eléctricos (71% de los encuestados), solo por detrás de Polonia (con un 80%). Aspectos como la facilidad de uso (53%), el confort (50%) y el precio (49%) son algunos de los principales argumentos esgrimidos para decantarse por la bicicleta eléctrica o el patinete. Eso sí, los ciudadanos de nuestro país también son los que muestran mayor preocupación por la seguridad (36%), sobre todo en temas relacionados con la falta de protección ante el resto del tráfico (75%), seguido de la falta de infraestructuras o el poco conocimiento sobre la regulación y las normas (49%). Aun así, este informe pone de manifiesto que España es el país donde a más ciudadanos les gustaría usar patinetes eléctricos (el 19%) y bicicletas eléctricas (16%), frente a los vehículos. Todo ello a pesar de que los españoles son los que más coches poseen por habitante (76%), solo por detrás de los polacos, mientras que, en nuestro país, los ciudadanos también son los que están más dispuestos a prescindir de su vehículo (un 26%), ya sea diésel o gasolina, seguido de Italia (25%) y Francia (24%). A su vez, el estudio ‘Nueva Movilidad Urbana y Seguridad Vial. Accidentalidad en la nueva cultura del desplazamiento’, de la Fundación Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), reflejaba los cambios en la manera de desplazarse por las ciudades de los ciudadanos de nuestro país. Así, más de 17 millones de españoles (un 44%) son usuarios habituales u ocasionales de un VMP o de una bicicleta eléctrica, mientras que un 60% ve probable usarlos a corto plazo. Entre las principales razones esgrimidas destacan el incremento del precio del combustible y las restricciones urbanas a los coches. Pero esta nueva movilidad también tiene ciertas desventajas, como apunta el 69% de los encuestados, para quien los coches eléctricos son económicamente ‘inalcanzables’, a la vez que las nuevas normas no han sido bien recibidas por parte de los usuarios de patinetes eléctricos. De hecho, el 38% de ellos apunta a que dejaría de usar su VMP por la exigencia del casco (un 50% de estos usuarios reconoce que circula sin casco); el 24% está en contra de la prohibición de circular por las aceras, pues el 73% de usuarios de VMP afirma circular en alguna ocasión por la acera; un 50% señala que no cogería más su vehículo si les exigieran matricularlo o registrarlo y, por último, el 45% revela que ha sobrepasado, alguna vez, los límites de velocidad establecidos para estos vehículos (25km/h). Una movilidad urbana que muestra, claramente, dos caras: por un lado, la ventaja que supone en cuanto a mayor sostenibilidad y eficiencia y, por otro, la preocupación que

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