Electromarket_358

informe 64 NTElectromarket_2023 merosas opciones disponibles por la ciudad (para cada gusto y cada bolsillo), la regulación de estos nuevos vehículos ha ido cambiando a medida que ha ido evolucionando el mercado. Sobre todo, si tenemos en cuenta que Madrid y Barcelona encabezan el cambio de paradigma que ha convertido tanto a la bicicleta como al patinete eléctrico en los medios de transporte más utilizados y preferidos por los ciudadanos. No es de extrañar, por lo tanto, que nuestro país lidere el ranking de la micromovilidad en Europa, según el estudio realizado por Tier Mobility, compañía especializada en servicios de micromovilidad, que señala que un 30% de los españoles utiliza vehículos de micromovilidad en los desplazamientos urbanos, frente al 28% de los italianos o el 25% de los vecinos franceses. Este mismo informe también apunta a que España es el segundo país europeo donde mejor acogida tienen los patinetes eléctricos (71% de los encuestados), solo por detrás de Polonia (con un 80%). Aspectos como la facilidad de uso (53%), el confort (50%) y el precio (49%) son algunos de los principales argumentos para que los ciudadanos españoles se decanten por el uso de la bicicleta eléctrica o el patinete. Por su parte, el estudio ‘Nueva Movilidad Urbana y Seguridad Vial. Accidentalidad en la nueva cultura del desplazamiento’, de la Fundación Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), refleja los cambios que se están produciendo en la manera de desplazarse por las ciudades de los ciudadanos de nuestro país. De ella se desprende que más de 17 millones de españoles (un 44%) son usuarios habituales u ocasionales de un VMP o de una bicicleta eléctrica, mientras que un 60% ve probable usarlos a corto plazo. Entre las principales razones esgrimidas destacan el incremento del precio del combustible y las restricciones urbanas a los coches. Pero esta nueva movilidad también tiene desventajas. Así, para el 69% de los encuestados, los coches eléctricos son económicamente ‘inalcanzables’ y las nuevas normas no acaban de gustar a buena parte de los usuarios de los patinetes eléctricos. De hecho, el 38% de ellos ha señalado que dejará de usar su VMP por la exigencia del casco, el 24% está en contra de la prohibición de circular por las aceras y un 50% afirma que no cogería más su vehículo si le exigieran matricularlo o registrarlo. Unas cifras alarmantes también las que tienen que ver con el cumplimiento de las normas y recomendaciones de la DGT, ya que el 50% de los usuarios de VMP reconocen que circulan sin casco, el 73% lo hace en alguna ocasión por la acera y el 45% ha sobrepasado en alguna ocasión los límites de velocidad establecidos para estos vehículos (25 Km/h). Elevada siniestralidad Una nueva movilidad urbana que podría ser una buena noticia por lo que supone de mayor sostenibilidad y eficiencia, pero que también preocupa por el elevado índice de siniestralidad y accidentalidad urbana. De hecho, el estudio de Fundación Línea Directa antes mencionado destaca que esta nueva forma de moverse por las ciudades traería cambios en las cifras de mortalidad y lesividad de nuestro país, pues podría causar alrededor de 5.500 muertos en las ciudades españolas entre 2021 y 2030, un 18% más que la década anterior. Asimismo, de mantenerse la tendencia actual hasta 2030, la accidentalidad urbana podría superar los 700.000 siniestros (+24%) y el número de lesionados acercarse a las 850.000 víctimas (un +22%). Mientras que el conjunto de usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, motoristas y usuarios de VMP) constituyen el 80% de los fallecidos en ciudad (datos de 2020), lo que le ha convertido en el colectivo más crítico en el ámbito de la seguridad vial, muy especialmente el de los ciclistas y usuarios de VMP, dos colectivos que, durante el pasado año, registraron casi 7.000 víctimas y supusieron el 10% del total de usuarios vulnerables fallecidos en vía urbana. En general, el 9% de los españoles ha reconocido haber tenido un accidente o una caída, situación que sufren en mayor medida en la Comunidad de Madrid, Extremadura y Castilla y León, mientras que, por el contrario, los ciudadanos de Asturias, Aragón y Canarias son los que registran un menor número de incidentes de este tipo. Para luchar contra el cada vez más envejecido y contaminante parque automovilístico, (según datos del ‘Informe Anual 2020’ de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la edad media del parque automovilístico en nuestro país es de 13,1 años, frente a los 10,8 del resto de Europa), Gobierno central y administraciones locales se han puesto manos a la obra para presentar ayudas para la compra de un vehículo. Es el caso del Plan MOVES III 2023, que entró en vigor el pasado 10 de abril y que coexistirá con el MOVES II durante el tiempo que duren las dotaciones de este último. La principal novedad es su dotación: 400 millones de euros anuales, que se pueden ampliar hasta 800 millones; ayudas que estarán vigentes hasta diciembre de 2023 dado el rotundo éxito, con más de 90.000 solicitudes y un total de 15 comunidades autónomas que han solicitado la ampliación. Estos planes MOVES contemplan la sustitución de los vehículos tradicionales por eléctricos enchufables o híbridos, mientras que la novedad de este Plan MOVES III es que fija ayudas para una amplia flota de vehículos, que van desde coches, furgonetas y motos hasta infraestructuras destinadas a las recargas de los coches eléctricos. En este sentido, la venta de vehículos electrificados, eléctricos e híbridos enchufables (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) cerró el pasado año con un total de 84.645 ventas, lo que supuso un aumento del 19,1% con respecto al año anterior. Una mejora anual que, sin embargo, refleja tan solo un 8,8% de la cuota total, muy lejos de las cifras registradas en los países de nuestro entorno. En cuanto a las matriculaciones de vehículos de cero y bajas emisiones (es decir, electrificados, híbridos convencionales y de gas), la cifra se elevó hasta el 10,2%, con 344.824 unidades vendidas, por lo que este tipo de vehículos se sitúa, junto con los de gasolina, como la primera opción de compra por parte de los usuarios, con el 35,84% del mercado total. En el conjunto del año, las ventas de vehículos cero emisiones suman un total de 36.452 unidades, un 31,3% más que el mismo periodo del año 2021, y una cuota acumulada anual del 3,79%. Más de 17 millones de españoles (un 44%) son usuarios habituales u ocasionales de un VMP o de una bicicleta eléctrica

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