63 El Plan MOVES III fija ayudas tanto para coches, furgonetas y motos como para infraestructuras destinadas a las recargas de los coches eléctricos Desplazarse por la almendra central de las grandes ciudades cada vez está más complicado. A los problemas comunes del transporte público se unen las cada vez mayores restricciones relacionadas con el uso de los vehículos más contaminantes y la implantación de medidas que dan más protagonismo a los peatones y a las zonas verdes dentro de las metrópolis, así como la batalla contra un parque automovilístico cada vez más contaminante y envejecido. De ahí que los consumidores tengan que buscar otra serie de alternativas a la movilidad tradicional. Bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos, nuevas modalidades de sharing, los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP), junto con las nuevas empresas de servicios de transporte a través de apps, están conquistando las calles y el corazón de los usuarios. Un claro ejemplo es el bike sharing, una modalidad de bicicleta compartida mediante la cual el usuario puede alquilar una bicicleta eléctrica de pedales, durante el tiempo que necesite, y dejarla estacionada en los lugares ubicados para ello, de tal manera que, posteriormente, pueda ser usada por otros usuarios. Un tipo de servicio pensado para satisfacer necesidades de movilidad precisas, poco frecuentes o de carácter ocasional. Por ello, numerosas ciudades de todo el territorio español cuentan con este tipo de servicio; en ocasiones gestionado por las administraciones públicas (como es el caso de BiciMAD de Madrid, Sevici en Sevilla o Bizi en Zaragoza), y, otras muchas, de ámbito privado. Unos servicios de alquiler de bicicletas que han comenzado a inundar las aceras de las urbes españolas, gracias a la comodidad y facilidad de uso, así como al hecho de que se trata de una solución flexible, asequible, no contaminante, respetuosa con el medioambiente y, en definitiva, una solución de transporte eficiente. En el caso concreto de Madrid, el funcionamiento de este servicio exige darse de alta en una aplicación, aceptar las condiciones y las normas de uso, entre ellas, mantener correctamente aparcada la bicicleta, respetar la normativa de circulación, no circular por las aceras o tener en cuenta que en las reservas de estacionamiento para bicicletas (aparcabicis) pueden estacionar tanto bicicletas como otros ciclos y VMP. Este servicio público BiciMAD está integrado con la tarjeta de transporte público y, para utilizarlo, es necesario darse de alta en la web. Debido a que, en los últimos años, la evolución de la movilidad en las ciudades ha ido creciendo exponencialmente, los entornos urbanos se han llenado de los llamados VMP (Vehículos de Movilidad Personal), es decir, todo vehículo de una o más ruedas, con capacidad para una sola persona, propulsado exclusivamente por un motor eléctrico (baterías de hasta 100 VCC y con un cargador integrado de hasta 240 VCA de entrada) y que permite una velocidad de entre 6 y 25 km/h. Tanto es así que, en enero del año pasado, la DGT publicó un ‘Manual de Características Técnicas de los VMP’, en el que señalaba que, a partir del 22 de enero de 2024, todos los VMP que se comercialicen deberán estar certificados para su uso, si bien aquellos vehículos que hayan sido vendidos antes de esta fecha podrán circular hasta 2027 sin contar con este documento. También incorpora la regulación de algunos elementos, como es el caso de los sistemas de frenado, catadióptricos, avisador acústico, ruedas o portaidentificador. Con ello se busca normalizar la circulación de este tipo de vehículos, teniendo en cuenta que existen alrededor de un millón de vehículos de movilidad personal y que, solo en el año 2020, fallecieron ocho usuarios, 97 resultaron heridos hospitalizados y 1.097 fueron heridos no hospitalizados. Velocidad limitada Asimismo, se establece que este modelo de transporte pueda circular a una velocidad máxima de 25 km/hora y contar con sistemas anti-manipulación de velocidad y de potencia, así como con dos frenos independientes y con una desaceleración mínima de 3,5 m/s2. Además de estar equipados con catadióptricos frontal (blanco), en ambos laterales (blanco o color amarillo auto) y traseros (rojo), mientras que la luz de freno deberá estar diferenciada o combinada con la luz trasera. El objetivo de esta publicación es garantizar la seguridad vial y la protección al ciudadano que conduce un VMP, así como la del resto de usuarios que comparten con él la vía, a la vez que se pretende que los vehículos que se comercialicen “posean las garantías de calidad y durabilidad mínimas exigibles”, según se desprende del manual publicado por la Dirección General de Tráfico. Paralelamente, se establece que, aquellos modelos que vayan a ser destinados al transporte de mercancías u otros servicios, tendrán que llevar “reflectantes laterales de color amarillo auto y traseros de color rojo, en aristas y vértices de la carga, que permitan señalizar y distinguir claramente, en situaciones de baja visibilidad, tanto la altura como la anchura de la misma”. Así como intermitentes de forma obligatoria y contar con retrovisores y asistente de marcha atrás. En el caso de que tengan menos de tres ruedas deberán, obligatoriamente, venir equipados con una pata de cabra o caballete central para utilizar cuando están estacionados. Mientras que los neumáticos de las ruedas deberán ser rugosos para garantizar un agarre eficiente y disponer de un diámetro mínimo de 203,2mm, entre otras medidas. Finalmente, desde el pasado 21 de marzo de 2022, está vigente la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, lo que ha traído consigo una serie de cambios significativos y nuevas normas para los usuarios. Entre ellas, la obligatoriedad del uso del casco a la hora de utilizar el patinete eléctrico, así como que los conductores menores de edad de cualquier tipo de vehículo (ya sea ciclomotores, permiso AM, motos hasta 125cc, bicicletas y vehículos de movilidad personal) no pueden circular con una tasa de alcohol superior a cero, tanto en sangre como en aire espirado. Normas, ¡no gracias! Práctico y sostenible, esta nueva forma de movernos por las ciudades nos ha aportado una mayor autonomía y facilidad de uso, lo que nos permite desplazarnos, de una manera cómoda y sencilla, en cualquier momento y situación. Con nu-
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