20 Electromarket_2022 análisis que sustentaban las previsiones iniciales. El turismo internacional, por el contrario, evolucionó en línea con dichas hipótesis. El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), difundido por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y que mide la confianza en una escala de 0 a 200, se situó en el mes de diciembre en 81,3 puntos (en diciembre de 2020 se situó en 63,1 puntos, 18,2 puntos menos que un años después). Representa 3,3 puntos menos que el dato del mes anterior. Este descenso del índice se debe a la evolución de sus dos componentes. Por un lado, la valoración de la situación actual desciende 4,5 puntos respecto al mes de noviembre y, por otro, la valoración de las expectativas de futuro baja 2,1 puntos. El comportamiento de estos índices es parecido en términos relativos: el ICC retrocede 3,9%, el Índice de Situación Actual desciende 6% y, en el caso del Índice de Expectativas, el descenso es de 2,2%. Eso sí, desde enero de este año la evolución ha sido positiva: el ICC se ha incrementado un total de 25,6 puntos desde entonces, la valoración de la situación actual ha aumentado 37 puntos y la valoración de las expectativas ha subido 14,2 puntos. En términos relativos, el aumento es más llamativo: el ICC sube 45,9%, el Índice de Situación Actual aumenta 112,5% y en el Índice de Expectativas la subida es del 18,1% con respecto al mes de enero de 2021. La media anual del ICC en 2021 es de 83,7 puntos. El resultado de este año es 23,7 puntos mayor que el dato obtenido el pasado 2020, pero está por debajo de todas las cifras obtenidas desde 2014 hasta 2019. Obtiene 19,2 puntos menos que en 2015 y 2017 que, de momento, son los máximos históricos de la serie. Por otro lado, la media anual del ICC se encuentra 33,8 puntos por encima del mínimo de la serie que se obtuvo en 2012 con 49,8 puntos. Analizando por semestres y, a pesar del retroceso que sufre el ICC en los dos últimos meses del año, en el segundo semestre de 2021 el ICC fue 14,3 puntos mayor que el primer semestre, y es el segundo mayor aumento que se produce entre el primer y segundo semestre, después de 2009. Previsiones 2021-2023 Las previsiones de Funcas son que “la economía española crecerá un 5,6% este año, ejercicio en el que se mantendrán los principales factores de la recuperación”. El crecimiento, cuatro décimas inferior al previsto anteriormente, se deberá al rebote de la demanda interna, que aportará 5,2 puntos, mientras que el sector exterior sumará 0,4. Desde Funcas se considera que, junto al tirón de la inversión tanto en construcción como en equipo, el consumo de las familias aumentará por la liberación del ahorro acumulado en la crisis y el incremento de renta disponible aportado por la creación de empleo, compensando la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. La reabsorción del sobreahorro familiar reducirá la tasa de ahorro hasta el 7,4% en 2023, nivel próximo a la media histórica. El consumo público se moderará a medida que se reduzca la necesidad de gasto generada por la pandemia. Por otra parte, Funcas anticipa la ejecución en 2022 del remanente de fondos europeos del año pasado, así como una aceleración en la tramitación de las convocatorias. Con esos supuestos, el gasto se elevaría a 24.000 millones en 2022 (de los cuales aproximadamente la mitad como remanente de 2021) y en torno a 19.000 millones en 2023. En cuanto a la demanda externa, el turismo extranjero continuará sumejoría, si bien no será total por las reticencias a viajar. Los ingresos en concepto de turismo internacional alcanzarían el 80% del nivel pre-crisis a finales de 2022 y el 90% al término de 2023. “El principal desafío será la inflación de precios energéticos y sus efectos de segunda ronda”, advierten los expertos de Funcas. Estas previsiones parten de la hipótesis de una relajación del precio de la electricidad y de los hidrocarburos a partir de la primavera, así como de los cuellos de botella fruto de la recomposición de la cadena de suministros. El IPC se situaría en el 3,7% de media anual en 2022 y en el 2% en 2023. La inflación subyacente también convergirá hacia esas cotas a medida que se generalizan los incrementos de precios. En 2023 las tendencias expansivas irán perdiendo vigor, según se agoten la demanda embalsada, el sobreahorro familiar y el margen de rebote del turismo. En ese contexto, “el PIB crecerá un 3,5%, recuperando el nivel anterior a la pandemia, circunstancia que podría producirse en el primer trimestre del año”. “El mercado laboral reflejará la recuperación de la economía, aunque en menor medida que en 2021 por la desaparición de los efectos de reapertura de actividad”, añaden. 2021 se despidió alcanzado cifras récord tanto en afiliados a la Seguridad Social, con 776.478 cotizantes más, la mayor creación de empleo desde 2005; como en el número de inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), con 782.232 desempleados menos, el mayor recorte desde que hay registros. El número de afiliados alcanzó en 2021 el nivel más alto de su historia hasta los 19.824.911 trabajadores; mientras que el total de parados se redujo hasta los 3.105.905, la cifra más baja desde 2007. El número de personas acogidas a un ERTE se redujo desde los más de 3,6 millones al inicio de la pandemia, hasta los 102.548 trabajadores a cierre de 2021. Con estas cifras, se han superado los datos previos a la irrupción del Covid-19. Hay 140.142 parados menos que al inicio de la pandemia y 574.682 afiliados más que en febrero de 2020. Funcas prevé la creación de 850.000 puestos de trabajo en equivalente a tiempo completo durante los próximos dos años, menos de lo estimado para el pasado ejercicio. La mejora del empleo se reflejará en la tasa de paro, que bajaría del 13% a finales de 2023, aunque aún será, junto con Grecia, una de las más altas de Europa. La previsión de déficit público se ha rebajado debido a que en 2021 fue muy inferior al esperado. Para este año, se prevé un déficit del 5,7% del PIB y del 4,8% en 2023. El volumen nominal de deuda pública, por tanto, seguirá creciendo, aunque la ratio sobre PIB bajará hasta el 116,4% este año y el 114,6% el próximo. Un rasgo destacable de la evolución de la economía en 2021 fue el aumento del empleo, superior a lo esperado y al crecimiento del PIB. El empleo medido en afiliados efectivos creció un 8,8% en comparación con 2020. En número de horas trabajadas, a falta de conocer el dato del cuarto trimestre de 2021, se estima que subió algo más del 7%. De la comparación de estas cifras con la estimación del crecimiento del PIB del 5,1% resulta una significativa pérdida de El principal desafío será la inflación de precios energéticos y sus efectos de segunda ronda
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